1. Introducción:

Covid-19 es una pandemia importante que enfrenta el mundo hoy en día causado por el SARS-CoV-2, que tiene implicaciones en nuestra comprensión de las enfermedades infecciosas. Aunque el SARS-Cov-2 causa principalmente infección pulmonar a través de la unión de los receptores ACE2 presentes en las células epiteliales alveolares, recientemente se informó que se encontró ARN del SARSCoV- 2 en las heces de pacientes infectados. Curiosamente, las células epiteliales intestinales, en particular los enterocitos del intestino delgado también expresan receptores ACE2. El papel del microbiota intestinal en la influencia de las enfermedades pulmonares ha sido bien articulado. También se sabe que la infección por virus respiratorios provoca perturbaciones en el microbiota intestinal. La dieta, los factores ambientales y la genética juegan un papel importante en la configuración del microbiota intestinal que puede influir en la inmunidad. La diversidad del microbiota intestinal disminuye en la vejez y el Covid-19 ha sido principalmente fatal en pacientes de edad avanzada, lo que nuevamente apunta al papel que el microbiota intestinal puede desempeñar en esta enfermedad. Mejorar el perfil del microbiota intestinal mediante una nutrición personalizada y suplementos conocidos por mejorar la inmunidad puede ser una de las formas profilácticas mediante las cuales se puede minimizar el impacto de esta enfermedad en personas mayores y pacientes inmunodeprimidos. Se pueden iniciar más ensayos para ver el efecto de la co-suplementación de alimentos funcionales personalizados que incluyen prebióticos / probióticos junto con las terapias actuales. (1)

1.1. Eje intestino Pulmón:

Al igual que el microbiota intestinal, ahora hay evidencias que sugieren que hay presencia de distintos microorganismos en el pulmón. En el intestino predominan Bacteroidetes y Firmicutes mientras que Bacteroidetes, Los firmicutes y las proteobacterias predominan en el pulmón. Curiosamente, se ha demostrado que el microbiota intestinal afecta la salud pulmonar a través de una interacción vital entre el microbiota intestinal y los pulmones, que se conoce como el «eje intestino-pulmón». Se supone que el eje intestino-pulmón es bidireccional, lo que significa que endotoxinas, metabolitos microbianos que pueden afectar el pulmón a través de la sangre y cuando se produce inflamación en el pulmón, puede afectar el microbiota intestinal también. (1)

Esto plantea una posibilidad interesante que el nuevo SARS-Cov2 también podría tener un impacto en el microbiota intestinal. De hecho, varios estudios han demostrado que las infecciones de las vías respiratorias están asociadas con un cambio en la composición del intestino. Una de las manifestaciones clínicas graves del Covid-19 es progresión de las infecciones respiratoria aguda a neumonía y síndrome de angustia (SDRA) especialmente en ancianos, y pacientes inmunodeprimidos.

Numerosas observaciones experimentales y clínicas han sugerido que el microbiota intestinal juega un papel clave en la patogenia de la sepsis y el SDRA . Dado que, muchos ancianos y Los pacientes inmunodeprimidos progresan a efectos clínicos adversos graves, resulta por lo tanto tentador y especular que en Covid-19, hay una posible conversación cruzada que tiene lugar entre el pulmón y la microbiota intestinal lo que podría influir en el resultado de la manifestación clínica.(1)

1.2. Mecanismos de acción de los probióticos para prevenir infecciones del tracto respiratorio (ITR) y posiblemente ante

la enfermedad COVID-19:

El efecto defensor de los probióticos se realiza mediante dos mecanismos: el antagonismo, que impide la multiplicación de los patógenos y está dado por la competencia por los nutrientes o los sitios de adhesión y la producción de toxinas que imposibilitan su acción patogénica; y la inmunomodulación, fenómeno con el que se protege al huésped de las infecciones, induciendo a un aumento de la producción de inmunoglobulinas, la activación de las células mononucleares y de los linfocitos.

Los mecanismos de acción de los probióticos han sido evidenciados a través de diversos ensayos clínicos, como el estudio acerca del suministro de los probióticos Bifidobacterium bifidum y Streptococcus thermophilus a infantes hospitalizados para prevenir problemas estomacales e infecciones con rotavirus, demostrando tener efectos de modulación del sistema inmunológico al reducir la incidencia de diarrea. (2)y el desprendimiento de rotavirus. Similares efectos se han confirmado en estudios posteriores de la modulación de la gastroenteritis, mostrando que el consumo de probióticos causa interferencia con la entrada de virus en las células e inhibición de la replicación viral en el tracto gastrointestinal. A pesar de que se evidencian estos mecanismos por los probióticos, aún faltan estudios puntuales que determinen su acción; sin embargo, muestran tener un papel importante en la reducción de la propagación del virus SARSCoV-2 a través del tracto gastrointestinal. Pero, los probióticos aún no se administran al tracto respiratorio, lo que limita este tipo de inhibición directa sobre este coronavirus, debido a que los pulmones tienen su propio microbioma y aunque se ha descrito una conexión intestino-pulmón mediante la cual se dan las interacciones huésped-virus, virus microbioma y virus-sistema inmunitario, el uso de probióticos no sería un tratamiento preventivo total, pero si un paso inicial al más adecuado (2)

En relación con estas interacciones de las infecciones virales y el huésped, un modelo es la influenza, enfermedad en que su infección se asocia con un desequilibrio en los microbiomas en las vías respiratorias y gastrointestinales; esta alteración, puede cambiar las funciones del sistema inmune posteriormente, y predisponer, infecciones secundarias de bacterias; esto porque el microbioma gastrointestinal tiene un impacto en las respuestas inmunes sistémicas y las respuestas inmunes en sitios distantes de la mucosa, incluidos los pulmones. Ante ello, se ha reportado que suministrar ciertos probióticos (bifidobacterias o lactobacilos), causa un impacto beneficioso sobre la eliminación del virus de la influenza del tracto respiratorio, debido a que algunos probióticos mejoran los niveles de interferón tipo I, aumentan el número y la actividad de las células presentadoras de antígenos, las células NK, las células T, así como los niveles de anticuerpos específicos sistémicos y de la mucosa en pulmones, y modifican el equilibrio dinámico entre las citoquinas proinflamatorias e inmunorreguladoras que permiten la eliminación viral y minimizan el daño a los pulmones mediado por la respuesta inmune. (3)

En el caso de la pandemia COVID-19, se han encontrado comportamientos de infección similares a la influenza; se reporta que en pacientes con la COVID-19 en Wuhan, China, la enfermedad está asociada con un desequilibrio en los microbiomas en ambas vías, causando inflamación y una peor respuesta los patógenos secundarios (4) A su vez, se han encontrado reportes de pacientes con la COVID-19 a los que se les suministraron probióticos y restauraron la homeostasis intestinal uno de estos reportes resulta que los probióticos muestra la posibilidad de prevención del SAR, una complicación importante en la COVID-19. Y es que en ensayos clínicos, con el suministro del probiótico Lactobacillus plantarum se pudo causar la supresión de las citoquinas proinflamatorias plasmáticas (IFN-ձ,TNF-α) en adultos de mediana edad (50-65 años), y la mejora de las citoquinas antiinflamatorias (IL-4, IL-10) en adultos jóvenes (30 – 45 años), junto con niveles reducidos de peroxidación plasmática y estrés oxidativo mostrando un tipo de modulación para controlar la COVID-19. (2)

Estos hallazgos sugieren que el consumo de los probióticos por vía oral puede implicar la respuesta del sistema inmune para combatir esta enfermedad y próximas pandemias, ya que el tracto digestivo es un punto focal de las defensas del cuerpo, y así prevenir la infección viral.(2)